viernes, 11 de febrero de 2011

No sin mi perro.


La sociedad en la que vivimos resulta muchas veces injusta con nuestros animales de compañía, todos sabemos lo difícil que resulta durante el tiempo de vacaciones encontrar un lugar donde podamos desplazarnos con ellos sin ningún tipo de problema; hoteles, apartamentos, restaurantes y un largo etc. ponen , en su gran mayoría, todo tipo de inconvenientes para su acceso. Todo ello trae como consecuencia que digamos...No sin mi perro.

Vengo a ver a Juan Carlos oí desde la consulta, la voz sonaba muy agobiada; cuando entró la reconocí, no, no era clienta aunque entraba a veces a comprar alguna cosa a la tienda.

- Usted me cobra lo que sea pero quiero una segunda opinión, mi perro está muy malo, aquí traigo todo lo que le han hecho y aunque me he gastado más de trescientos euros no mejora y ayer creí que se moría.

Soltó encima de la mesa una analítica general, un electro transtelefónico con su informe y un papel donde hablaban de una radiografía torácica. Finalmente un tratamiento.

- ¿Esta bien ese tratamiento para lo que tiene?
- Es que no se lo que tiene, contesté mientras revisaba nuevamente los papeles por si algo se me había escapado
- Pues ahí lo pondrá ¿No?
- No, aquí no pone nada, solo que en la radiografía aparece un corazón grande con aumento del contacto esternal y edema, que en el electro hay un eje derecho y que aparecen ondas Q y S profundas y una arritmia sinusal respiratoria...Y que el perro fue por un ataque con rigidez en las patas...¡Ah! y que los valores de la analítica son normales.
-Vale, pues eso, ¿y con esa medicación se pondrá bien?
- Creo que no me entiende, es que no se que le pasa...Ni siquiera veo la radiografía...Todo parece indicar que si hay algo en el corazón afecta al lado derecho y sin embargo me hablan de edema...¿No puede traerme al perro?
- Es que lo pasa muy mal, cuando le hicieron las pruebas casi se muere...Si yo le voy a pagar igual.
- Y la radiografía ¿podriamos verla?. Si quiere yo llamo a la clínica y la pido.
- No por Dios, lo mismo se enfadan. Si acaso yo se la pido.
- Bien, al menos si veo la radiografía podemos sacar algo en claro.

La preocupación de aquella persona no dejaba seguramente oir mis explicaciones y varias veces más me pregunto si era grave lo de su perro, si por aquello se iba a morir, si la medicación era la correcta y si debía seguir con ella o yo podía aconsejar una mejor.

-Traigamé la radiografía...o aún mejor si puede traerme al perro.

Creí que esas iban a ser mis últimas palabras antes de la despedida, aquella mujer no entendía mi incapacidad para decir algo sin poder ver a su perro y solo con un excaso informe radiológico.

-Digame algo, por favor.
-¿Tose?
- Sí, ¿cómo lo ha adivinado?
- No lo he adivinado, solo lo he preguntado
-¿Y no me va a decir nada más?
- No, no sin su perro.