domingo, 1 de marzo de 2009

RIOS, FLUJOS Y...SOPLOS

Si os parece nos vamos de excursión a la montaña; es un día nublado y hacemos una parada de descanso en la orilla de un rio, las aguas discurren mánsamente, podemos cerrar los ojos y oir la calma a nuestro alrededor solamente interrumpida por el canto de algún pájaro.

Continuamos nuestra jornada y vamos ascendiendo, horas más tarde hemos llegado junto a una cascada, las aguas se precipitan con furia desde las alturas, a su lado el ruido es tal que cualquier conversación se hace difícil.

No se mucho de flujos de fluidos, aunque al parecer es un campo apasionante, pero si lo justo para saber que en el primer caso estabamos ante un flujo laminar (ordenado, estratificado y suave) en el cual cada partícula de corriente sigue una trayectoria suave llamada linea de corriente.

En el segundo caso estamos ante un flujo turbulento en el cual cada partícula se mueve de forma desordenada y su trayectoria solo se puede predecir hasta una cierta escala a partir de la cual es impredecible.

Es fácil en nuestra propia casa ver un flujo laminar y uno turbulento. Simplemente ir a vuestra ducha y quitar el "telefonillo" o "alcachofa", abrir ligeramente el grifo y veremos un flujo laminar. Si os fijáis el único ruido que oiréis es el del agua al caer al plato de la ducha.

Ahora ponemos, sin abrir más el grifo, el dedo en la salida de agua sin obstruirla totalmente. Vemos que la presión de salida y la velocidad aumenta y, curiosamente también el ruido; hemos provocado un flujo turbulento.

El paso de un flujo laminar a un flujo turbulento es el responsable de los soplos cardiacos, así de sencillo...No oiremos ningún soplo mientras la corriente sanguinea sea laminar, pero cuando ésta pasa a un flujo turbulento podremos oirlos, y los oiremos más claramente cuanto más turbulento sea el flujo.

El caso de la "ducha" nos sirve también para explicar los soplos que se producen a causa de una "estenosis" valvular (estrechamiento). Como os comentaba, aumenta la velocidad y la presión de salida según taponemos (estrechemos) en mayor o menor medida el orificio de salida.

¿Sabeis una cosa?... Este soplo podemos y debemos diagnosticarlo con un simple fonendoscopio, pero la velocidad y la presión la tendremos que medir mediante un Doppler y eso nos orientará sobre la gravedad de esa lesión.

Estenosis subaórtica.- Dopler continuo transaórtico mostrando la velocidad máxima (5,77m/sg) A partir de ella obtendremos el gradiente de presión y podremos valorar la gravedad y evolución de la lesión.

Una última cosa, un soplo no es ninguna enfermedad, es un signo (un dato objetivo), no podemos diagnosticar un soplo y poner un tratamiento...debemos decir qué patología está causando ese soplo y, evidentemente, poner en tratamiento esa patología.

2 comentarios:

  1. Felicitaciones, muy buenos ejemplos de como diferenciar un flujo laminar de uno turbulento.

    Saludos

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  2. wooooow buenisimo !! muchas gracias !!! Dios te bendiga !!

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